Como si fuera un chorro de mercurio en medio del estiércol, como un ave a la cual el pantano no le mancha sus albinas plumas, así Javier Corral, gobernador de chihuahuenses —mostachos negros e inquietos—, convocó a una treintena de solidarios bien portados y bien correctos, para denunciar la perfidia financiera de la Secretaría de Hacienda, autora de una cacería presupuestal en su contra, lo cual no es sino actuar contra el pueblo de Chihuahua (¡Ay, el pueblo, el siempre invocado pueblo!) y contra esta canallada rompió las lanzas de su indignación.