Cd. Juárez, Chihuahua. México .

Abril 28 de 2017    

 
 
 
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La Fuente...


*Se incorpora al pejeteam El Hachero Toño López

*Fue un cuartelazo el de La Metralleta vs Latorre

*Villarreal pide sostener al Borrego Valenzuela

*El Halcón Legislativo

TREMENDO desayuno se aventaron Cruz Pérez Cuéllar, Toño López y Martín Chaparro, que andan con todo. En el restaurante, se les acercaban los políticos en retiro, como si algo supieran del 2018. Por ejemplo, Gustavo Chávez, ex delegado de Sedatu, fue a la mesa a saludarles con un “lo que se ofrezca, estoy a sus órdenes”. Martín Chaparro, el dirigente estatal de Morena, ya avecindado en la ciudad de Chihuahua, no se la acaba con las adhesiones. Parece artista entre las mesas, pues por donde pasa, le entregan papelitos con peticiones de todo tipo. El Hachero, Toño López, que con los espectáculos de El Paisa, dice sentirse avergonzado de haber militado en el PAN, trae alto el raiting. Aunque lo niega, se sabe que puede ser candidato a diputado local, a diputado federal e, inclusive, a alcalde de la capital del estado, que es donde se le clavó la espina. Cruz ya anda encarrerado por la senaduría, pues sabe que va contra Reyes -es lo más seguro- y probablemente contra Mario Vázquez, Arturito Fuentes Vélez o El Metralleta Álvarez Lonches. Martín Chaparro se mira un hombre moderado, que anda prudente y tranquilo, cosechando el trabajo y la imbatible imagen de Andrés Manuel López Obrador. Claro que en el 2018 las peras se pondrán a dos por peso, pero, el momento ni quien se los quite, pues de los ciudadanos, su gusto es.

BUENO, bueno, imagínense cuál fue el primer asunto que cabildeó el impuesto coordinador de la fracción panista en el congreso local. Exacto, pedir a sus compañeros diputados que sea El Borrego Valenzuela, el auditor superior del estado, pero, ahora, por elección de la cámara. Tampoco hay que tirarse al piso ni rasgarse las vestiduras, como decía Don Fernandone Baeza. El diputado Jesús Villarreal Macías, cumplió con la exigencia de palacio, al igual que El Metralleta, Fernando Álvarez Monge. Este último fue y se metió a la torre legislativa para darle, ahí mismo, en ese preciso lugar, en la torre a Miguel Latorre, el coordinador anterior. De las formas, nada hay qué decir, pues privan las del nuevo amanecer, que son las acciones verticales, piramidales, sin diálogo ni consenso. El mismo boletinazo ordenado por El Metralleta utiliza el vocablo “anunció” para dar a conocer al nuevo coordinador. Cierto es que esa decisión constituye una facultad del presidente del comité directivo estatal, pero se supone que en un partido democrático, debe existir el consenso y el acuerdo. Así que, El Paisa agandalla todo el pastel de la democracia y, que, se cuide Paloma, la del comité municipal, que ahora siguen por ella. Fue tan grotesc y descarado el cambio, sin fundamentos reales, ni objetivo, que hasta los reporteros de la fuente andaban endiablados por las formas de hacer política de éstos.

PUES la novedad en el caso de la auditoría superior del estado es que obligaron a Nachito a renunciar con una orden de aprehensión en la mano. A lo mejor debió haberse aventado el tiro, pues ya no existe el arraigo y con la figura de la presunción de inocencia, tal vez la hubiera librado, como ciertos asesinos. Del cajón del escritorio de César Jáuregui salió la orden -así se maneja ahora, en el nuevo amanecer- para espantar al electo auditor. A través de un propio del secretario general de gobierno, se le hizo saber a Rodríguez que ya existía una orden de aprehensión en contra suya. Así que, para no lastimar más las cosas, por el bien de las instituciones y por el estado de derecho, que el ejecutivo menosprecia, decidió cortar por lo sano. Nada más porque están del lado de la ley no es posible argüir la figura de la delincuencia organizada, pero el estilo refleja una grave perversión de la institución de la fiscalía en contra de los enemigos del régimen. Habrá que ver si alguien se atreve a subir al escenario la exigencia de despolitizarla, mediante la creación de un organismo autónomo, desvinculado del poder ejecutivo en el estado.

ESTABAN tan calientes las cosas en la torre legislativa, que Fernando Álvarez Lonches, como le dicen los reporteros de la fuente, tuvo que meter a un halcón. Para tal misión se prestó el jovenazo Agustín Hernández, líder juvenil del PAN estatal. Este individuo se metió a la sesión de la Junta de Coordinación Política y, como si fuera invisible, se quedó ahí parado. Sacó su libretita y cual halcón del Periférico de la Juventud, empezó a efectuar anotaciones. Afuera, Álvarez Lonches escuchaba, desde el pasillo, aunque con dificultad, las participaciones de los diputados. El Halcón Azul, con todo el descaro del mundo, hacía garabatos más rápidos que una mecanógrafa de ministerio público. El halconcillo miraba a la cara de los legisladores, volteaba a su libreta y se hundía en profundas cavilaciones sobre los mensajes que se cruzaban en el piso 16, sede de la coordinación de los diputados albiazules. ¿Simbolizaba el endurecido rostro del halconcillo las advertencias de su jefe sobre los legisladores de acción nacional?

EL día que mataron a Francisco Romero, el joven ganadero había salido apenas de un desayuno. Había estado, ente otros, con Salim Yapor, Mario Miranda, César Chávez Labrado y el abogado Ricardo Ríos, así como su tocayo, Francisco Rivera Aguirre. Después de concluir una larga y tendida sobremesa, se despidió y se dirigió a recoger a su pequeña hija. En el trayecto, lo ejecutaron, sobre avenida Mirador y Ortiz Mena, junto a la Diana Cazadora. Los que saben, dicen que Romero se dedicaba a labores de cobranza por adeudos de préstamos. Y que, sobre el capital, se extendía un 10 o hasta un 15 por ciento de intereses. Es ésta, una línea de investigación de la fiscalía general del estado, al parecer. El tema es que los investigadores han filtrado la idea de la usura como probable móvil de la ejecución en este caso. Otros cien que debe haber sido una confusión, pues la víctima y su familia se han dedicado a las tareas de la ganadería desde hace largo rato. Como sea, a Francisco le seguían desde la mañana y, seguramente, esperaron a que abandonara el restaurante para esperar el momento de arrebatarle la vida.

HAY que leer y releer el texto que escribió Rubén Aguilar Senior sobre el asesinato de su esposa Matilde Aguilar. Es muy contundente la info y el análisis que obsequia y efectúa el diputado local. Tres cosas, entre todas, destacan, a juicio de La Fuente, sobre el tema. 1.- Que Aguilar Jiménez atribuye el crimen a la delincuencia organizada. Llama a los diez, o más, copartícipes, “circunstanciales miembros de la delincuencia organizada”. 2.- Rotundamente, subraya, que fueron ellos, la familia Aguilar, quienes investigaron e informaron a la autoridad sobre la autoría del crimen. “Investigamos, informamos a la autoridad y logramos que detuvieran al principal promotor de la traición…” 3.- Que el gobierno (sic) desairadamente, con mala voluntad (hay que ponerle marcatexto a esto) dejó investigaciones de lado, “dejó sin actos elementales de persecución del delito, soltó a dos o tres principales delincuentes de esta banda y después dijo que se nos pelaron”. Rubén sabe lo que dice, aunque lo diga sesgado, y esto confirma el tema, manejado soterradamente, que no fue la fiscalía, la que resolvió el caso y halló la tenebra, sino gente externa. Además, evidencia la conducción de una fiscalía ineficiente y desarticulada, que carece de eficacia y se deja llevar por los vendavales de la política en su actuar.

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